¡Prometimos cuatro semanas de una divertida y significativa experiencia STEM y fueron cuatro semanas en las que cumplimos lo prometido!
No recuerdo con exactitud cuándo fue la última vez que me sentí tan realizada como educadora, creo que fue en el 2002 cuando me encontraba en plena práctica docente en la universidad, mi vocación estaba a flor de piel y de verdad creía que a través de la educación todo cambio era posible. Pues bien, este mes volví a vivir esa realización profesional y es que solo los que estamos en la educación por vocación y no por accidente entendemos la satisfacción que da ver en nuestros estudiantes rostros maravillados al descubrir cosas nuevas, sonrisas provocadas por nuevos conocimientos adquiridos y manos capaces de reproducir toda la creatividad que ese nuevo conocimiento está activando.
Cada una de las cuatro semanas fue una experiencia diferente en la que STEM nos abrió las puertas como guía y nosotros, como buenos “rangers” nos aventuramos a la exploración de nuevos conocimientos, por supuesto, contamos con la ayuda de nuestros amigos sphero y littleBits, que no solo nos brindaron la oportunidad de interactuar con tecnología de punta, sino que nos abrieron la imaginación a un sinnúmero de posibilidades de aplicar nuestros conocimientos en la realización de novedosos inventos.
La semana de ingeniería puso a prueba nuestro trabajo en equipo y nuestras habilidades colaborativas, pero como STEM RANGERS, superamos cada obstáculo y nos pusimos el traje de ingenieros viviendo cada día una nueva experiencia en ingeniería, fuimos ingenieros aeroespaciales, mecánicos, civiles, químicos y eléctricos, y tuvimos éxito en cada papel interpretado.
La segunda semana Sphero nos dio la bienvenida y como es usual, nuestros rangers se enamoraron de él de inmediato, y es que con Sphero las cosas siempre son así, es amor a primera vista, Sphero se gana con rapidez la atención de los estudiantes, y ya con este terreno ganado, lo que se vino después fue puro aprendizaje, nos volvimos expertos en la programación de Sphero, vivimos aventuras dignas de star wars, tripulamos navíos y aprendimos del tráfico y la importancia de los semáforos, disfrutamos al máximo de esta experiencia STEM.
En la tercera semana llegó minecraft y literalmente cambié de lugar con los estudiantes, ellos pasaron a ser mis guías y yo fui una ranger. Me convertí en una estudiante más, de aquellas que no se cansan de levantar la mano cada vez que tiene una nueva pregunta, pero en este caso, antes de que el profe la resolviera, ya tenía un ranger a mi lado ayudándome a explorar este mundo que por lo menos para mí, era totalmente nuevo.
Finalmente llegamos a la meta con littleBits, la verdad, no pudimos haber tenido un mejor cierre de campamento. Los estudiantes se maravillaron de las infinitas posibilidades de creación a las que littleBits les dio libre acceso y yo no dejé de maravillarme de la increíble creatividad de mis rangers quienes crearon y personalizaron carros autónomos, inventaron máquinas artísticas, derribaron estructuras con catapultas, fabricaron sistemas de alarmas y le dieron la bienvenida a la temporada más alegre del año creando un hermoso tren navideño.
El último día del campamento, nos despedimos de nuestros Rangers y de sus padres, inmensamente complacidos por haber cumplido nuestra promesa, agradecidos por la confianza depositada en nosotros y satisfechos por haber tenido un grupo de STEM RANGERS tan maravilloso.
Estoy totalmente segura de que en futuros campamentos seguiremos creciendo juntos y me atrevo a prometer algo más con la total seguridad de que cumpliremos nuevamente lo prometido.
¡STEM RANGERS volverá con nuevas y mejoradas aventuras!
Agradecemos especialmente la locación del campamento, un lugar maravilloso: "Peque's Place"